ANTIGUA Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADIA DEL
SANTISIMO SACRAMENTO, DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS Y
ANIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO
DOS
HERMANAS
DIPUTACION DE CULTOS
LA FIESTA DE CRISTO REY DEL
UNIVERSO
Cristo Rey anuncia la
Verdad y esa Verdad es la luz que ilumina el camino amoroso que Él ha trazado,
con su Vía Crucis, hacia el Reino de Dios. "Si, como dices, soy Rey. Yo
para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la
verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Jesús nos
revela su misión reconciliadora de anunciar la verdad ante el engaño del
pecado. Así como el demonio tentó a Eva con engaños y mentiras para que fuera
desterrada, ahora Dios mismo se hace hombre y devuelve a la humanidad la
posibilidad de regresar al Reino, cuando cual cordero se sacrifica amorosamente
en la cruz.
Esta fiesta celebra a
Cristo como el Rey bondadoso y sencillo que como pastor guía a su Iglesia
peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que
pueda transformar el mundo en el cual peregrina.
La posibilidad de alcanzar
el Reino de Dios fue establecida por Jesucristo, al dejarnos el Espíritu Santo
que nos concede las gracias necesarias para lograr la Santidad y transformar el
mundo en el amor. Ésa es la misión que le dejo Jesús a la Iglesia al establecer
su Reino.
Se puede pensar que solo
se llegará al Reino de Dios luego de pasar por la muerte pero la verdad es que
el Reino ya está instalado en el mundo a través de la Iglesia que peregrina al Reino
Celestial. Justamente con la obra de Jesucristo, las dos realidades de la
Iglesia -peregrina y celestial- se enlazan de manera definitiva, y así se
fortalece el peregrinaje con la oración de los peregrinos y la gracia que
reciben por medio de los sacramentos. "Todo el que es de la verdad escucha
mi voz."(Jn 18, 37) Todos los que se encuentran con el Señor, escuchan su
llamado a la Santidad y emprenden ese camino se convierten en miembros del
Reino de Dios.
"Por ellos ruego; no
ruego por el mundo, sino por los que tu me has dado, porque son tuyos; y todo
lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya
no estoy en el mundo, pero ellos si están en el mundo, y yo voy a ti. Padre
santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como
nosotros. ...No te pido que los retires del mundo, sino que los guarde del
Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la
verdad: tu palabra es verdad." (Jn 17, 9-11.15-17)
Ésta es la oración que
recita Jesús antes de ser entregado y manifiesta su deseo de que el Padre nos
guarde y proteja. En esta oración llena de amor hacia nosotros, Jesús pide al
Padre para que lleguemos a la vida divina por la cual se ha sacrificado:
"Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno
como nosotros." Y pide que a pesar de estar en el mundo vivamos bajo la
luz de la verdad de la Palabra de Dios.
Así Jesucristo es el Rey y
el Pastor del Reino de Dios, que sacándonos de las tinieblas, nos guía y cuida
en nuestro camino hacia la comunión plena con Dios Amor.
Un poco de historia
Último domingo del Año Litúrgico.
Dando paso a la celebración del Adviento, tiempo de espera al nacimiento del
Hijo de Dios.
Es una de las
fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo
es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la
santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.
Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatólogico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.
Si queremos conocer lo que Jesús nos
anticipó de ese gran día, se puede leer el Evangelio de Mateo 25,31-46.
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